30 may 2012

NOTICIAS: La Muerte de Trujillo hace hoy 52 años





Zacarías
de la Cruz, el chófer militar de Trujillo la noche del 30 de mayo,
narró su versión de lo acontecido ese día al Procurador Fiscal y a un
Juez de Instrucción. Ese documento nunca antes había sido publicado y El
Caribe lo ha obtenido en exclusiva.



Su declaración fue dada casi al morir Trujillo, el 21 de julio de 1961,
es decir hace exactamente 40 años al día de hoy, cuando todavía su hijo
Ramfis controlaba el país y no se había iniciado el proceso de apertura
del régimen, por lo que se podría pensar que su versión de los hechos
reflejó la necesidad de mostrar una actitud valiente por parte del
dictador en el momento de su muerte. Sin embargo, lo dicho por Zacarías
coincide en muchos aspectos, mas no en todos, con las versiones dadas
por algunos de los ajusticiadores que sobrevivieron al hecho.


Los aspectos más importantes de su declaración son:


1.    El
primer disparo contra Trujillo, que fue de escopeta, fue hecho cuando
el carro que conducía Antonio Imbert y en el cual se encontraban Antonio
de la Maza, Salvador Estrella Sadhalá y el Teniente Amado García
Guerrero, todavía estaba detrás del de Trujillo y no, como según las
versiones de tres de los participantes (Antonio Imbert, Huáscar Tejeda y
Salvador Estrella Sadhalá), cuando éste estuvo al lado del de Trujillo.
Ese primer disparo hirió al dictador. Por otras versiones se sabe que
quien lo hizo fue Antonio de la Maza, quien estaba en el asiento
delantero derecho del vehículo.




2.    Zacarías
le sugirió a Trujillo que se fueran del lugar, pero el dictador
insistió en que se parasen a pelear. Salvador Estrella Sadhalá, ya
preso, dijo que Trujillo ordenó: "Párate a pelear".


3.
Desde el vehículo con los cuatro héroes y mientras rebasaban el carro
del dictador, se efectuaron disparos con un fusil M-1. Algunos pudieron
haber impactado en Trujillo. Por otra versión se sabe que quien le
disparó fue Amado García Guerrero, que estaba en el asiento trasero
derecho.


4.
Al ordenar Trujillo que se detuvieran, el vehículo conducido por Imbert
les rebasó y éste luego tuvo que frenar y volverse. Entonces el
vehículo de los héroes dobló y bloqueó el lado derecho de la autopista.
Zacarías trató de volver su auto hacia Ciudad Trujillo, pero no lo hizo
pues Trujillo, mal herido, optó por desmontarse del carro y pelear en la
intemperie, sin la protección del interior del vehículo. Eso cuadra con
la declaración que en la cárcel dio Huáscar Tejeda.


5. La única arma que utilizó Trujillo fue un pequeño revólver 38 de bolsillo.

6. Zacarías le advirtió a Trujillo que él también había sido herido.
Como su carro ya se había detenido, pudo disparar con un rifle M-1. El
dictador, ya fuera del carro, también disparó con su revolver, avanzando
3 ó 4 metros desde el frente de su automóvil, moviéndose al descubierto
hacia los vehículos que le atacaban. De pronto cayó de bruces, inerte,
presumiblemente ya muerto.


7.
Zacarías, ya solo, siguió disparando con su M-1 y luego con una
ametralladora Luger. Vio cuando uno de los héroes avanzó hacia el cuerpo
de Trujillo, lo que aprovechó para tirarle y herirle. De los
integrantes del automóvil de los cuatro héroes, tres recibieron heridas
leves: Amado García Guerrero, Salvador Estrella Sadhalá y Antonio
Imbert.


8.
Al acabársele los tiros a Zacarías, salió del carro para buscar una
ametralladora que estaba en el asiento de atrás del mismo y entonces fue
alcanzado por un tiro en la cabeza y se desmayó. En total recibió 9
impactos. De creerse su versión, los héroes no lo vieron ni lo remataron
cuando se acercaron al vehículo. Eso es improbable, luce más bien que
Zacarías se ocultó en la finca que en ese entonces bordeaba la
autopista.


9.
Zacarías no cita la llegada del segundo vehículo, manejado por Huáscar
Tejeda y donde estaban Pedro Livio Cedeño y Fifí Pastoriza. Debió
haberse desmayado antes, por lo que la grave herida que sufrió Pedro
Livio entonces fue hecha por uno de sus compañeros. Luis Salvador
Estrella, en su libro, probablemente en base a lo narrado por Salvador
Estrella la misma noche del 30 de mayo antes de esconderse, coincide en
que el segundo vehículo llegó después de muerto Trujillo y que fue
Salvador quien, por error, hirió a Pedro Livio, quien en efecto obtuvo
heridas de una pistola 38. El único que usó ese arma esa noche fue
Salvador.

Esta versión de los hechos difiere en detalles importantes de lo
declarado por Antonio Imbert a la prensa y también de lo dicho por
Huáscar Tejeda, Pedro Livio Cedeño, Roberto Pastoriza y Salvador
Estrella Sadhalá bajo interrogatorio cuando fueron detenidos y de lo que
luego contaron a sus amigos en la cárcel, antes de ser asesinados en
noviembre de 1961.






Bernardo Vega


La segunda versión del chofer


En
un libro publicado en España en 1965 por el ecuatoriano Gerardo
Gallegos, aparece una segunda declaración jurada de Zacarías, efectuada
en Madrid en 1964.

Allí exagera un poco su declaración de 1961. Pone a Trujillo a decir:
"Zacarías, párate que estoy herido". Y luego: "Para Zacarías, coge la
ametralladora, vamos a pelear, que estoy herido". Allí se cita la
llegada del segundo vehículo y agrega que fue Trujillo quien, con su
revólver, hirió a Pedro Livio Cedeño, que había llegado en ese segundo
vehículo y que el dictador disparó los seis proyectiles de su revólver y
que murió cuando ya no contaba con balas. Esta segunda versión,
reproducida en la prensa dominicana en 1999, es la que ha sido citada
por algunos dominicanos que se han especializado en el tema y que
tienden a defender el trujillismo.






La suerte de Zacarías

El
chofer de Trujillo fue condecorado por el Presidente Balaguer en junio
de 1961. Al caer los remanentes de la dictadura, Zacarías junto a Ramfis
Trujillo y otros, se fue a vivir a España, regresando al país en 1966,
al asumir el gobierno Joaquín Balaguer, siendo entonces nombrado en un
alto cargo en el Consejo Estatal del Azúcar (CEA), en el departamento
encargado de reclutar haitianos para el corte de la caña.

Nunca más hizo declaraciones a la prensa. Murió el 3 de junio de 1999 a
los 93 años de edad. El presidente Leonel Fernández ordenó que fuese
sepultado con honores militares. Última Hora editorializó: "Con la
muerte de Zacarías de la Cruz se esfuma la posibilidad de conocer, de
primera mano y a través de un testigo de excepción, más detalles
reveladores sobre el ajusticiamiento de Rafael Trujillo en 1961 y otros
aspectos sobre la vida privada del dictador que dominó toda una época de
la vida contemporánea. Por una suerte de invariable convicción que
algunos nunca entendieron cabalmente pero que todos debieron respetar
por su firmeza de carácter, Zacarías fue siempre una tumba en la que
nadie pudo penetrar para que hablara sobre lo que conocía como chofer
preferido de Trujillo".